13 años…esto va rápido!

Empiezo el año haciendo una sesión de quimioterapia el día que mi hijo Pau cumple 13 años. Espero poder acabar pronto para llegar a tiempo de darle su regalo. Esta semana en vez del típico escrito para este blog quise hacer una carta a los reyes magos, pero era tan corta que al final desistí ya que solo se me ocurría pedir una cosa.

Si hablamos del okupa que me acompaña, este año creo que va a ser determinante para saber al fin por qué camino me va a llevar, porque es él el que decide. Yo he puesto y pongo todo lo que puedo a diario. En el 2017 muchos días el reto era pasear una vuelta de 15 minutos por el barrio y ahora en el 2019 el reto es la animalada de cruzar la península ibérica en 17 días. Quién me conoce sabe que lo voy a intentar y que sólo dejaré de pedalear si no me puedo levantar de la cama.

Cuando tratas con el cáncer a cada uno le deja unas limitaciones. A mí me deja un aparato digestivo mermado, pero que una vez reeducado funciona bastante bien. La cuestión es adaptarse y reinventarse con lo que tienes. A buen seguro que me dejará más secuelas, pero hoy en día todavía las considero como daños colaterales del tratamiento y no como limitaciones. La mayoría de las veces las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos cuando lo que tenemos que hacer es ponernos retos para combatirlas, ya que no hay duda de que existen pero no podemos vivir lamentándonos de que las tenemos, y si no nos obligamos con pequeños o grandes retos no viviremos bien con ellas.

En estos años que el cáncer me acompaña cogido del brazo y que no me suelta ni para dormir como si fuésemos una pareja de tortolitos he descubierto algo, y no sólo por mis vivencias sino también por todo lo que he conocido sobre él. He descubierto que me gusta ser un descarado hablando del okupa y además disfruto haciéndolo. Pero eso sí, siempre le guardo un respeto, ya me impone mucho tenerlo a bordo.

La incertidumbre de mi enfermedad planea como un buitre y los retos vuelan. Ser padre también fue y es un reto diario. Al principio los temores te acorralan, pero luego los vences.

El tiempo pasa rápido, por no decir volando…13 años. Yo soy muy afortunado de ser padre, de poder afrontar el reto del 16 de mayo y no me preocupa dónde acabaré, con tan sólo hacer una etapa ya será un éxito para mí, ya que mis temores son otros y éstos coinciden con esa única cosa que quería poner en la carta a los reyes magos y que al final no he hecho, ya que ellos sólo traen cosas materiales.

XVR